Has de saber que este aire acumulado bloquea la circulación del agua necesaria para calentar los radiadores. Una obstrucción que impide que el calor se reparta homogéneamente y que, por lo tanto, su funcionamiento no sea el adecuado. Lo peor de todo es que, además de no calentar convenientemente, supondrá que derrochamos energía y dinero.
Por esta razón, es preciso purgar los radiadores de nuestra casa. Una tarea que la mayoría de personas realizan antes de que lleguen los primeros fríos y sea preciso poner en marcha el sistema de calefacción.
Dicho todo esto, ¿cuáles son los pasos precisos para ello? Pues ya verás que es muy sencillo y que no es necesario llamar a un técnico para que se ocupe de ello.
En primer lugar, debemos asegurarnos de que nuestros radiadores necesitan que los purguen. Esto podemos comprobarlo encendiendo la calefacción y pasando la mano por la superficie superior del radiador. Si advertimos que está más fría que la inferior, es muy posible que tenga aire dentro y, por lo tanto, habrá que purgarlo para evitar el derroche energético mencionado con anterioridad.
Una vez que constatemos que es necesario purgar, lo haremos de la siguiente manera:
Empezamos purgando el radiador que se encuentra situado más cerca de la caldera, pues hay que seguir el flujo natural del agua.
Abrimos la llave (te puedes ayudar con el canto de una moneda o un destornillador) y colocamos un recipiente debajo de ella para recoger toda el agua que empiece a salir. Notarás que también sale aire con bastante mal olor.
Cierra la llave cuando adviertas que el chorro es fluido y que, por lo tanto, ya no queda aire en su interior.
Haz lo mismo con el resto de radiadores de la casa.
Al concluir, es importante que revises la presión de la caldera que debe situarse entre 1 y 1,5 bares, pues tras purgar es inevitable que la presión descienda.
Mención aparte merecen algunos sistemas más modernos de radiadores que incluyen la función de autopurgado y que, por lo tanto, nos ahorrarán llevar a cabo esta tarea.
En definitiva, antes de empezar a usar la caldera con la llegada de los meses más fríos del invierno, asegúrate de que los aparatos no retienen aire en su interior. Si es así, será preciso purgar los radiadores ya que, de lo contrario, no calentarán bien y gastaremos energía y dinero inútilmente.
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