¡Descubre algunos trucos!

Colores refrescantes

La elección de los colores adecuados puede tener un gran impacto en la percepción de la temperatura en tu hogar. Opta por tonos frescos y relajantes, como los tonos azules, verdes y neutros. Estos colores crean una sensación de frescura y amplitud en cualquier espacio.

Textiles ligeros

Durante el verano, es esencial utilizar textiles ligeros y transpirables en la decoración de tu casa. Reemplaza las cortinas pesadas por visillos o persianas que permitan el paso del aire y la luz natural. Por ejemplo, para los cojines, utiliza fundas de tejidos livianos, como el algodón o el lino o para las cortinas el voile. Estos materiales permiten una mejor circulación del aire y evitan que retengan el calor. Estos materiales permiten una mejor circulación del aire y te ayudarán a mantener una sensación de frescura en tu hogar.

Plantas y vegetación:

Las plantas no solo añaden belleza y vida a tu hogar, sino que también pueden ayudarte a mantenerlo fresco. Coloca plantas de hojas grandes en puntos estratégicos de tu casa para crear sombras naturales y reducir la temperatura ambiente. Además, las plantas actúan como filtros naturales, purificando el aire y creando un ambiente más saludable.

Ventilación cruzada:

Aprovecha la brisa de verano abriendo las ventanas estratégicamente para crear una ventilación cruzada en tu hogar. Coloca ventiladores cerca de las ventanas abiertas para maximizar el flujo de aire fresco. Esta técnica te permitirá mantener una temperatura agradable sin tener que depender exclusivamente del aire acondicionado.

Mobiliario fresco y funcional:

Elige muebles ligeros y funcionales para el verano. Opta por materiales como la madera clara, cristal o el mimbre, que son más frescos al tacto o en tonos claros como el blanco y el beige. Además, asegúrate de que tus muebles sean versátiles y fáciles de mover, que visualmente también sean ligeros, para generar sensación de amplitud.

Aromas frescos 

Utiliza velas, difusores de aromas o plantas con fragancias frescas, como la lavanda o el eucalipto, para añadir un toque refrescante a tu hogar.

Por si parte, los aromas cítricos como el limón, la naranja también ayudan a estimular los sentidos y crear un ambiente energizante. O los acuáticos, con fragancias como la brisa marina, el rocío de agua o la lluvia: refrescantes y relajantes a partes iguales.