Afortunadamente no es lo más habitual, pero ello no implica que bajemos la guardia ante este tipo de situaciones que pueden presentarse sin comerlo ni beberlo. Sin duda, si tienes en cuenta los consejos que te desvelamos a continuación, lograrás minimizar los riesgos.
En ocasiones, acabamos contratando a una determinada empresa únicamente porque nos promete una reforma por un precio muy bajo. Estos precios, a veces irrisorios, son el mejor anzuelo para quienes desean reformar la casa pero no se percatan de que puede haber gato encerrado.
Suelen pedir dinero por adelantado y luego desaparecen sin más.
Cuanto más minucioso sea el presupuesto, menos alteraciones o sorpresas de última hora se producirán.
Debe recogerse de manera detallada la fecha, la validez del presupuesto, los costes de cada partida, qué materiales se emplearán...
La mejor manera de acertar es pedir referencias o muestras de trabajos anteriores. Puedes incluso comunicarte con alguno de sus clientes para que te expliquen qué tal fue su experiencia.
Apostar por las recomendaciones de amigos que han trabajado con esta empresa puede ser una buena decisión.
Es muy posible que sea preciso solicitar un desembolso previo de dinero para atender la compra de materiales. En cualquier caso, recuerda que esta cantidad no debe exceder del 40% del presupuesto y siempre debes recibir una factura que acredite esta entrega.
No te aconsejamos que te decantes por una empresa que cumpla con uno o varios de los aspectos que desglosamos a continuación:
Te pide por adelantado que abones todo el coste de los materiales necesarios.
No hay ninguna oficina física a la que puedas acudir para hablar con sus responsables e incluso te desanima para que acudas a ella.
Se niega a pedir la licencia de obra y todo son aplazamientos y pretextos.
No te da el tiempo necesario para que puedas revisar el contrato.
No firma el contrato en tu presencia. De hecho, lo trae ya firmado.
Se resiste a enseñarte las altas en la seguridad social de los trabajadores involucrados en la reforma.
Por supuesto, la intuición también puede resultar de gran ayuda pero en muchas ocasiones hacemos oídos sordos. Te recomendamos que si la empresa o los profesionales con los que contactas te dan una mala impresión, lo mejor es que no te comprometas con ellos.
Dicho todo esto, seguramente ya tienes claro cómo evitar estas estafas en la que se juega no solo con nuestro dinero, sino también con nuestras ilusiones. Sí, porque una reforma en el hogar es un momento emocionante y no debemos permitir que nos arrebaten este momento.
O cuéntanos lo que necesitas y nos pondremos en contacto contigo lo antes posible
