¿Qué son las casas bioclimáticas?

Es cierto que todavía son un fenómeno minoritario, pero han suscitado interés en los últimos años y cada vez existe un mayor número de personas interesadas en ellas. En definitiva, vamos a ver qué son las casas bioclimáticas.

En concreto, las casas bioclimáticas aprovechan las ventajas naturales que les ofrece su entorno y esto le permite ganar en salubridad, confort térmico y, por supuesto, en un evidente ahorro de energía.

Características de las casas bioclimáticas

Aunque el concepto de casa bioclimática se acuñó en la década de los 70, ya en la antigua roma y grecia construían atendiendo a criterios bioclimáticos. De hecho, el filósofo sócrates (470 a 399 a. c.) ya hablaba acerca de la importancia de la orientación de las casas para obtener la mejor temperatura posible en el interior de las viviendas.

No obstante, todavía son unas grandes desconocidas para un importante sector de la población. Una de sus grandes ventajas es que, aunque resultan más caras que las viviendas al uso, la inversión se puede amortizar a corto o medio plazo gracias al consumo prácticamente casi nulo de energía. 

A continuación, te contamos algunas de las principales características de las casas bioclimáticas:

• Integradas en el entorno, donde el edificio queda armónico y sin apenas romper la naturaleza que pueda rodearla.
• Aprovechamiento de la Ventilación cruzada. 
• Un uso mínimo de la energía Y cuando es necesario hacerlo se recurre a las energías renovables y limpias como la solar o la eólica, entre otras.
• Reutilización del agua para aprovecharla para diferentes usos.
• Se construyen con materiales ecológicos, biodegradables y respetuosos con el medioambiente que se elaboran en lugares próximos al lugar de construcción para evitar los largos recorridos en el transporte que producen más contaminación.
• Tiene una excelente estanqueidad al paso del aire.
• Dispone de ventanas de alta eficiencia energética.
• Temperaturas homogéneas durante todo el año y, en consecuencia, sin variaciones. 

En cierta manera, las casas construidas en la alpujarra granadina encaladas de blanco o las denominadas casas cueva, en la que se mantienen una temperaturas de entre 15 y 19 °c durante todo el año, constituyen ejemplos de viviendas bioclimáticas clásicas. 

Aunque, indudablemente este tipo de construcciones, han quedado superadas por las actuales casas bioclimáticas.

Sin duda, las casas bioclimáticas son el futuro. De este modo, desde los diferentes gobiernos se busca fomentar este tipo de construcciones y, por ello, se pueden obtener beneficios hipotecarios con algunas entidades financieras. Incluso bonificaciones en los impuestos de algunos municipios, mientras que otros muchos están contemplando la incorporación de estas deducciones.

Criterios de la arquitectura bioclimática 

Una casa bioclimática debe reunir, además, una serie de requisitos básicos para ser considerada como tal. Los enumeramos a continuación:

• Un mínimo impacto medioambiental.
• Uso de materiales sostenibles en los que no se emplea demasiada energía ya sea en su extracción o en su uso, tampoco emanan tóxicos. En concreto, entre los materiales para construir una casa bioclimática podemos destacar algunos de los que siguen: madera, vidrio, piedra, arcilla, corcho o lana. 
• En la construcción bioclimática se utilizan sistemas de ventilación mecánicos avanzados, que se benefician de la Aerotermia Y la geotermia. También se pone en práctica la ventilación cruzada a través de la generación de corrientes de aire naturales en la vivienda.

¿Qué beneficios aportan las viviendas bioclimáticas?

Sin duda, las casas bioclimáticas están volviéndose cada vez más populares y razones para ello no faltan:

• Reducción de emisiones contaminantes y, en suma, aportamos nuestro granito de arena en la lucha contra el cambio climático.
• Consumo energético casi nulo en la vivienda.
• Mayor ahorro en el hogar con facturas con costes inapreciables. 
• Aprovechamiento de la luz y el sol.
• Mejora el bienestar en la vivienda.