No en vano, se estima que el 60% del gasto de energía del hogar procede de nuestros aparatos, según datos de Red Eléctrica. Por lo tanto, conviene prestar mucha atención a qué clase de electrodomésticos compramos, y, por supuesto, qué uso hacemos de ellos.
Por este motivo, nos vienen de perlas estas recomendaciones de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) encaminadas a abaratar nuestras facturas. Así, según afirma este organismo, nuestro gasto se distribuye entre:
La nevera (662 kWh al año de media)
El congelador (563 kWh)
La televisión (263 kWh)
La lavadora (255 kWh)
La secadora (255 kWh)
El lavavajillas (246 kWh)
Lo cierto es que la primera medida que hemos de adoptar es tratar de elegir modelos de electrodomésticos con calificación energética A +, que es el sello que nos garantiza un menor consumo. Y, por supuesto, una vez comprados, toma nota de lo siguiente para hacer un buen uso.
Es cierto que hacemos un constante uso de la lavadora, sobre todo con la actual pandemia. Por este motivo, conviene que tengas muy en cuenta las siguientes medidas.
Procura lavar en agua fría.
Separa la ropa por colores.
Lava solo cuando la ropa esté realmente sucia. En ocasiones, con un simple ventilado y aireado al sol valdrá.
Además, te recomendamos que reduzcas el empleo de la secadora, especialmente en verano. También conviene aprovechar los días de otoño e invierno muy soleados para secar nuestra ropa de una manera más que económica. De esta manera, no solo ahorrarás en luz, sino también cuidarás mejor tus prendas ya que muchas se deterioran con estos aparatos.
Por supuesto, debemos cargar por completo el aparato y no olvides que un filtro sucio puede hacer estragos en el lavado. Por lo tanto, preocúpate por realizar una limpieza regular pues –de lo contrario– te tocará ponerlo en repetidas ocasiones porque no ha quedado limpia la vajilla.
Pero en ocasiones no solo debemos esmerarnos por elegir un electrodoméstico de bajo consumo y usarlo correctamente, sino también pensar bien dónde lo ubicaremos. Así, evita emplazarlo al lado de la nevera, pues tardará más en calentarse, pero puedes colocar un buen material aislante entre ambos electrodomésticos.
Puedes, asimismo, aprovechar para hornear varios alimentos al mismo tiempo. En cualquier caso, no abuses de la función de precalentar de tu horno y procura sacar partido del calor residual para terminar de cocinar.
Como último apunte, te recomendamos que revises la potencia contratada, pues es posible que tu casa no necesite tanta energía y que, en definitiva, estés pagando de más.
Si quieres saber más al respecto, te aconsejamos la lectura de este artículo de la OCU. Seguramente sus consejos te servirán para poner coto al derroche energético en el que a veces incurrimos casi sin darnos cuenta.
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