Imagina que un día se rompe el ascensor o hay que reparar la fachada del edificio. Nadie lo esperaba, pero hay que actuar rápido. ¿De dónde sale el dinero? Justo ahí entra en juego el fondo de reserva de la comunidad. Un colchón económico que, si se gestiona bien, puede ahorrarte más de un disgusto (y de una derrama). En este artículo vas a descubrir para qué sirve exactamente, cómo se calcula, qué cubre y qué pasa si no existe.