· Haz las camas todos los días y bien pronto por la mañana. Aunque no lo creas, este sencillo hábito puede tener repercusiones incluso en nuestra autoestima. También nos ayuda a pensar mejor. Eso sí, recuerda ventilar y sacudir las sábanas antes para eliminar la presencia de ácaros.
· A pesar de que tenemos prisa, vale la pena invertir cinco minutos en despejar las mesas, recoger los utensilios de la cocina antes de irnos a trabajar.
· No te vayas corriendo a la cama, aprovecha para recoger y tirar aquello que no necesites: tickets de compra, documentos, papeles de publicidad, cartas… La acumulación de este tipo de objetos tiene un nombre: "komono". Así es como se denomina en japonés a todos estos objetos a los que se culpa de ser los mayores causantes del desorden en los hogares, ¿lo sabías?
· Procura mantener la encimera de la cocina despejada. Para ello, dedícale unos minutos a guardar y a clasificar todo en su lugar correspondiente. Aplica el mismo principio a las mesas, cómodas...
· Cuando llegues a casa, guarda de manera inmediata todo: el abrigo, el paraguas, el bolso o la compra, entre otros artículos.
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