Es preciso que antes dejemos bien sentado qué es el consumo eléctrico. Este último lo podemos definir como la cantidad de energía que necesita un determinado punto de suministro (nuestro hogar, por ejemplo) durante un plazo de tiempo al que se denomina período de facturación. Para ello las comercializadoras atribuyen un precio al kWh que sirve para determinar el importe que tendrá que pagar el cliente.
Hoy en día, gracias a los contadores inteligentes instalados en nuestros hogares, cualquier compañía eléctrica puede informarnos a través de nuestro panel de usuarios cuántos kWh usamos en casa. Estos nuevos contadores recogen datos acerca del consumo, hora a hora, y día a día. Incluso nos desglosan cuál es el consumo estimado por electrodoméstico.
En cualquier caso, y si lo preferimos, podemos hacer un cálculo casero acerca de nuestro consumo:
Elaboramos una lista con todos los aparatos electrónicos que tenemos enchufados.
Hacemos una estimación del consumo eléctrico por horas aproximado de los aparatos electrónicos. Una información que podemos sacar leyendo las etiquetas de los aparatos o en el manual de instrucciones.
Realizamos el promedio de horas en las que estos electrodomésticos permanecen encendidos y luego multiplicamos esa cantidad por los días del mes.
Sumamos el resultado de todos esos valores.
Con los datos en la mano, sabrás qué aparatos consumen más y, por lo tanto, tratar de utilizarlos con más inteligencia para abaratar el recibo de la luz.
Otra manera de analizar el consumo es a través de un medidor de consumo eléctrico que se venden en innumerables tiendas –por un precio que no supera los 20 euros– y que nos pueden ayudar a controlar el gasto.
Eso sí, ten presente que en la factura no solo se paga el consumo eléctrico, sino también conceptos como la potencia contratada y los impuestos correspondientes. Por eso es importante que tengamos muy en cuenta nuestras necesidades de luz a la hora de contratar una potencia. De lo contrario, es posible que estemos pagando de más si nos decantamos por una tarifa que excede de nuestras necesidades.
Quizás no sepas que la potencia es la cantidad de kW contratados. Cuanta menos potencia tengamos contratada, menores costes fijos abonaremos en la factura.
Una señal inequívoca de que es preciso incrementar esta potencia contratada es que salten constantemente los plomos, algo que ocurre por motivos de seguridad. Si nunca nos ha pasado esto, es posible que tengamos una potencia superior a la que realmente necesitamos.
En definitiva, actualmente existen muchas maneras de medir nuestro consumo y controlar los aparatos que mayor gasto hacen. Por lo tanto, convendría sacarles el debido partido para rebajar nuestra factura mensual.
Si quieres más información acerca del tema, en este artículo de Tarifaluzhora puedes ampliarla.
O cuéntanos lo que necesitas y nos pondremos en contacto contigo lo antes posible
