Esta clase de hornos disponen de uno e incluso varios ventiladores de los que emana aire caliente que circulará en torno a los alimentos que se preparan en su interior. Así, conseguimos cocinar de manera rápida y uniforme los platos. Tanto es así que muchos expertos aseguran que esta clase de hornos son capaces de mejorar el sabor de los alimentos.
De esta manera, por ejemplo, al preparar el pollo al horno se consigue que la carne se cocine más rápidamente y se mantenga más jugosa.
Lo cierto es que los hornos de convección resultan perfectos para preparar asados, estofados o deshidratar alimentos. En cambio, otras elaboraciones pueden acabar en un auténtico fiasco si empleamos estos hornos como sería el caso del pan o los pasteles.
Vamos a abordar de manera muy resumida y clara las principales fortalezas de esta clase de hornos:
Por supuesto, los hornos de convección también tienen sus contrapartidas que analizaremos a continuación:
Aunque es cierto que determinados modelos de hornos de convección también se pueden utilizar como si fueran uno tradicional tan solo girando el ventilador y, en definitiva, nos permitirá quedarnos con lo mejor de ambas tecnologías.
Sin duda, los hornos de convección se están abriendo paso en nuestra cocina. No en vano, una de sus grandes bazas es que nos permiten reducir los periodos de cocinado y, por lo tanto, resulta la elección más adecuada para quienes trabajen fuera de casa y apenas dispongan de tiempo.
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