Tejados y tejas empleados en viviendas


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Cualquier paseo por las ciudades españolas nos servirá para ilustrarnos acerca de la infinidad de clases de tejados que existen: planos, a dos aguas, a tres aguas e incluso a cuatro. En definitiva, si tienes una reforma en ciernes, te ponemos al tanto de los diferentes tipos de tejados para casas.
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Sin duda, uno de los aspectos que nos llama especialmente la atención en una vivienda es su tejado pues hay algunos especialmente bonitos. Pero es cierto que no todos son aptos para todos los climas. Vamos a verlos de manera resumida.

Techo plano

Estamos ante un tipo de techo de plena tendencia dado que los edificios más vanguardistas y de estética moderna recurren a ellos. Pero no es la mejor elección si en nuestra región suele nevar. Si es así, es muy probable que tengamos que limpiarlo de la nieve que queda acumulada. No obstante, puedes optar por una ligera inclinación para solucionar esto.

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Techo a dos aguas

Resulta el más adecuado en aquellas zonas de montaña en las que llueva mucho o nieva copiosamente con ocasión del invierno. No en vano, este sistema previene que se retenga la humedad y el agua y se originen las temidas goteras en el interior de la vivienda.

Incluso existen los tejados a tres y a cuatro aguas. Estos últimos tienen una ejecución más compleja que los que constan de dos cubiertas. Por lo tanto, su coste será mayor. No obstante, hablamos de un tipo de tejado que facilitará todavía más el drenado del tejado. Un aspecto que debemos tener muy en cuenta si las nevadas son la norma del invierno.

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Tipos de teja

También debemos hacer mención a los tipos de tejas con las que se recubren los tejados. Lo cierto es que la variedad de materiales es apabullante. Las abordamos de manera breve a continuación:

 

  • Tejas de cerámica: Esta clase de tejas es, sin duda, la más popular. Entre sus virtudes destacan su gran durabilidad, su resistencia al fuego y su escaso mantenimiento. Sin embargo, es cierto que pueden romperse con facilidad al recibir un fuerte golpe.
  • Tejas de PET: Estamos ante un claro ejemplo de economía circular que permite transformar las botellas de plástico en unas útiles y resistentes tejas. Además, son muy ligeras y económicas.
  • Tejas de PVC: Ligeras, resistentes, de sencilla limpieza y de rápida colocación.
  • Tejas metálicas: Son de fácil instalación, pero como contrapartida no ofrecen un buen aislamiento térmico. A esto se añade que son propensas a la oxidación.
  • Tejas fotovoltaicas: Aunque su precio es bastante alto, conviene considerar que podremos producir nuestra propia energía.
  • Tejas de madera: Proporcionan una estética rústica a la casa que, sin duda, encandilará a muchos. Sin embargo, conviene estar atentos a las posibles termitas y a la humedad.
  • Tejas de pizarra: Consisten en placas planas de roca que le confieren un aspecto muy bonito a la casa.
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En suma, ya has visto que el tema de los tipos de tejados en viviendas da mucho de sí. En este sentido, te recomendamos que te dejes asesorar por un experto para que te ayude a tomar la mejor decisión.

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