Para hablar de ello tenemos que citar a la educadora italiana María Montessori (1870-1952). Ella creía firmemente en la autonomía del niño y en su capacidad para ir poco a poco encargándose de nuevas funciones conforme va creciendo. Así, esta educadora propuso en su día una serie de tareas vinculadas a la edad de los más pequeños que deben ir poco a poco asumiendo.
Entre los 2 y 3 años los niños deben ser capaces de guardar sus juguetes, tirar las cosas a la basura, ayudar a recoger el lavavajillas, guardar sus cuentos, comer solos, regar las plantas, entre otras sencillas tareas.
A los 4 y 5 años deben ocuparse de tareas como ordenar su cuarto, vestirse solos, lavarse, recoger el lavavajillas, doblar la ropa más sencilla y poner la mesa.
Cuando ya tienen 6 y 7 años, las tareas se vuelven un poco más complejas, pero no dejan de ser completamente asumibles para su edad. Así, ya pueden preparar ensaladas y algún que otro plato de fácil elaboración, además de recoger la basura, etc.
Al cumplir los 8 y 9 años también se ocupan de poner el lavavajillas o pasar la aspiradora.
Un poco más tarde, sobre los 10 u 11 años, ya deben saber limpiar el baño correctamente o planchar la ropa.
A partir de los 12, los niños asumen trabajos en casa mucho más ambiciosos como puede ser pintar las paredes o realizar pequeñas reparaciones en casa.
En caso de que quieras saber más, puedes consultar esta web.
Lo cierto es que la ventaja de la adopción de estos hábitos en sus vidas, no es solo que tengamos la casa más organizada: también se aprecian mejoras en los niños. María Montessori hablaba de un incremento de la autonomía, pero también:
En la web de Etapainfantil encontrarás estas y otras ventajas. En definitiva, todas estas tareas pueden ser determinantes en su educación, además de que el hecho de que los niños ayuden en casa mejora la organización y el orden del hogar.
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