Cocinas sin o con azulejos: Ventajas e inconvenientes

Ya no es un dogma dentro de las cocinas el hecho de que tengamos que colocar azulejos. De hecho, cada vez tenemos más alternativas, pues la pintura está preparada para resistir la humedad característica de estos espacios. En definitiva, cocinas sin azulejos o con azulejos, veamos sus ventajas e inconvenientes.

Antes que nada vamos a explicar qué es un azulejo. Así, nos referimos a una pieza plana fabricada con arcillas, colorantes, fundentes, sílice y otras materias primas. Todo ello da lugar a una especie de revestimiento que se puede emplear en múltiples estancias de la vivienda como suele ser la cocina o el baño.

Sin duda, nuestros abuelos, nuestros padres e incluso nosotros mismos hemos recurrido a esta opción porque nos parecía la más certera e incluso la más natural. Pero los tiempos cambian y las cocinas con ellos.

Así, durante muchos años las cocinas se alicataban de arriba abajo porque así se facilitaba su limpieza, sobre todo en la zona de los fuegos donde son frecuentes las salpicaduras de aceite y comida. No obstante, como decíamos, el panorama ha cambiado sustancialmente.

¿Qué ventajas y desventajas tiene alicatar una cocina?

En cualquier caso, analizaremos en primer lugar cuáles son las principales fortalezas de las cocinas alicatadas y, por supuesto, no olvidaremos enumerar sus inconvenientes. De esta manera, y a la luz de todo lo expuesto, podremos decidir y ¡seguro que acertamos!

La limpieza resulta sencilla porque con un trapo húmedo o con algún producto de limpieza podremos dejar las paredes limpias sin asomo de salpicaduras o cualquier tipo de mancha.
Su durabilidad es otra de las razones que aconsejan su instalación ya que pueden llegar a durar toda la vida, sobre todo si el sellado entre azulejo y azulejo se ha realizado de manera correcta y el mantenimiento ha sido el adecuado. De lo contrario, pueden llegar a amarillear con los años y muestran, por lo tanto, un aspecto algo feo que no nos gusta nada.
Resisten la humedad y repelen los líquidos.
Existen infinidad de modelos disponibles en el mercado. De esta manera, podremos elegir entre un amplio muestrario el que más nos guste e incluso hacer elegantes composiciones.
Se trata de un material imbatible en cuanto a higiene, ya que con una sencilla limpieza conseguimos eliminar todas las bacterias, microbios y microorganismos. Un aspecto muy conveniente sobre todo en la zona del fregadero.

Aunque, por supuesto, no hay que pasar por alto sus contrapartidas a la hora de tomar una decisión respecto a esta cuestión:

Con el tiempo se pueden quedar anticuados de manera que lo que hace unos años estaba de rabiosa actualidad, una década después comienza a parecernos bastante desfasado. De hecho, las cocinas junto con los baños son las estancias de una vivienda que antes acusan el paso del tiempo y… de las modas.
Es preciso realizar obra para su instalación. Además, debemos encomendar la tarea a unos profesionales para evitar posibles chapuzas que podríamos acabar pagando caro.

¿Qué ventajas y desventajas tienen las cocinas sin alicatar?

Toca ahora evaluar las posibilidades que nos brindan las cocinas en las que se prescinde del alicatado. ¡Vamos con ellas! en primer lugar, abordaremos sus ventajas:

Uno de los principales rasgos de esta clase de cocina es que se vuelven atemporales dado que muchas veces el azulejo –como destacábamos en el apartado anterior– queda desfasado con el paso del tiempo.
Podremos renovarlas de manera muy sencilla con una nueva mano de pintura con el color que se nos antoje.
No necesitamos meternos en obras como sí sucede con los baños con azulejos.

Pero los inconvenientes tampoco hay que perderlos de vista. en este sentido, podemos destacar los que siguen:

Menos duradero, a pesar de que suelen escoger pinturas adaptadas a estancias con humedad, es cierto que se deterioran con facilidad y será preciso repintar.
La limpieza resulta peor ya que las paredes son más delicadas y no podremos emplear cualquier producto de limpieza para acabar con las manchas.
La zona de los fogones puede acabar con salpicaduras de aceite. Por este motivo, es recomendable –aunque solo sea en esta área– colocar unos azulejos para evitar este problema.

¿Qué es mejor para la pared de la cocina?

Dicho todo esto, ¿qué hacemos entonces? ¿Alicatamos la cocina o nos decantamos por pintarla? Sin duda, una mezcla de ambas parece estar ganando actualmente la partida en muchas cocinas. Así, lograremos beneficiarnos de lo mejor de cada opción.

Una tendencia al alza que merece la pena considerar si tenemos por delante la reforma de nuestra cocina.

Recuerda que dispones de muchas opciones, como azulejos más tradicionales y otros de corte moderno que podrás combinar con pinturas en colores suaves e incluso con papel pintado. Estos últimos también resisten muy bien la humedad y podrás limpiarlos con un simple paño.

Normalmente se instalan los azulejos desde el suelo hasta un par de palmos por encima de la encimera.

Estamos seguros de que todo lo que te hemos contado en este artículo, te resultará muy útil a la hora de decidir qué tipo de cocina deseas. Ten presente que es una estancia con gran trasiego dentro de la vivienda, así que sopesa todo lo expuesto, y adelante con tu decisión.