Empecemos por las primeras: vivir cerca de la costa influye de manera muy positiva en nuestro organismo, tanto a nivel físico como mental. Por un lado, mejora nuestra respiración gracias al aire salado y por ello resulta altamente recomendable para aquellas personas que padecen asma, bronquitis o alergias. Vivir cerca del mar tiene, además, una correlación directa con la reducción del estrés psicológico: el sonido del mar activa el córtex prefrontal del cerebro, área asociada con las emociones y la autorreflexión. Y por si fuera poco, las olas generan iones negativos que, absorbidos por el organismo, generan sensación de paz y equilibrio.
La brisa marina acelera la capacidad del cuerpo para absorber oxígeno lo que nos ayuda a descansar y mejora nuestra frecuencia cardíaca. Y un aspecto muy importante: la cercanía del mar favorece la exposición al sol y con ello la absorción de la vitamina D que fortalece los huesos y el sistema inmunitario y combate la depresión.
Vivir cerca del mar favorece la práctica del deporte al aire libre: caminar, correr y deportes acuáticos como snorkel, piragüismo, paddle surf, vela o pesca. Para los más atrevidos existe la posibilidad de practicar buceo, windsurf, wakeboard o kitesurf, entre otros. ¿Te imaginas poder disfrutar de estas actividades sin tener apenas que desplazarte? Sin duda, es todo un privilegio.
En Aelca sabemos que todas estas ventajas deberían poder ser disfrutadas a diario o al menos siempre que quieras. Por eso, si estás pensando en vivir en un emplazamiento privilegiado cerca del mar y con todo tipo de comodidades, o adquirir una segunda vivienda en este entorno, te invitamos a conocer una promoción muy especial situada en el Rincón de la Victoria, municipio con mayor índice de bienestar de la provincia de Málaga.
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