Al respecto, según informa el portal inmobiliario Idealista, en 2022 el 20% de las viviendas se vendieron en menos de una semana. Únicamente un 14% tardó más de un año en encontrar un nuevo propietario.
Por supuesto, no todos los inmuebles se venden con la misma rapidez, pues hay muchos factores que entran en juego: localización, estado, precio, eficiencia energética, demanda del mercado, elevados o bajos tipos de interés hipotecario…
Resulta indudable que la localización de la vivienda es uno de los aspectos clave que debemos tener en cuenta. Así, Granada es a día de hoy la ciudad en la que menos se tarda en vender una casa, pues el 34% de las viviendas ofertadas son adquiridas en menos de siete días.
Otras ciudades cuyo mercado es de los más demandados son las siguientes:
Pontevedra (31%).
Salamanca (30%).
Tarragona (29%).
Santa Cruz de Tenerife (28%).
Lleida (27%).
Albacete (27%).
Barcelona (26%).
Por supuesto, siempre hay zonas en las que resulta más costosa la venta como sucede en el caso de Ceuta, donde un 48% de los inmuebles tardan más de un año en encontrar un nuevo propietario.
Determinar exactamente cuánto tiempo tomará vender un piso puede ser una tarea complicada y a menudo desafiante, ya que está influenciado por una amplia gama de factores que interactúan entre sí dentro del dinámico y cambiante entorno del mercado inmobiliario. Desde la ubicación específica de la propiedad hasta las fluctuaciones económicas y las preferencias de los compradores, cada elemento desempeña un papel crucial en el tiempo que llevará cerrar una transacción exitosa.
En este punto, es probable que ya tengas una idea de los diversos factores que pueden influir en el proceso de venta, ya sea ralentizando o acelerando la transacción. En concreto, podemos destacar los siguientes:
La ubicación del piso es un factor fundamental en el tiempo de venta. Las propiedades bien situadas en áreas con alta demanda suelen venderse más rápido que aquellas en zonas menos atractivas.
Precios adecuados, ya que se ha comprobado que aquellos inmuebles que salen a la venta a un precio superior del recomendado no despiertan un gran interés. En definitiva, los inmuebles sobrevalorados ahuyentan a los potenciales compradores y, en ocasiones, conviene rebajar nuestras aspiraciones económicas.
Las condiciones del mercado inmobiliario en el momento de la venta también influyen. En un mercado con alta demanda y pocas propiedades disponibles, el tiempo de venta tiende a ser más corto.
El estado de la vivienda, un piso bien cuidado y presentable tiene más probabilidades de atraer compradores y venderse más rápido. Realizar mejoras y reparaciones antes de ponerlo en venta puede acelerar el proceso.
Una estrategia de marketing efectiva puede aumentar la visibilidad de la propiedad y atraer a más compradores potenciales, lo que favorece una venta más rápida.
Si nos urge la venta de una vivienda, debemos tener muy presentes las siguientes recomendaciones:
En resumen, determinar el tiempo exacto para vender un piso es complejo, pero una ubicación estratégica, precio competitivo, estado adecuado y marketing efectivo pueden acelerar el proceso. También, el home staging y la colaboración con un experto inmobiliario son útiles. Flexibilidad y paciencia son clave, ya que cada caso es único.
Según informa el portal inmobiliario Idealista, en 2022 el 20 % de las viviendas se vendieron en menos de una semana. Solo un 14 % necesitó más de un año para encontrar un comprador.
Aplicar técnicas como el home staging, una buena publicidad, un precio atractivo, además de contratar los servicios de una inmobiliaria experta pueden contribuir a acelerar los tiempos.
Aunque hayas podido vender la casa en un plazo más que deseable, a continuación toca llevar a cabo todos los trámites y papeleo para concluir la venta y que la finca cambie legalmente de manos. Es posible que incluso tengas que esperar a que al comprador le concedan la hipoteca que puede tener todavía en plena fase de negociación. Recuerda que después tendrás que recopilar todos los documentos necesarios para firmar la compraventa ante el notario como el certificado de eficiencia energética de la vivienda o los recibos de IBI pagados de los últimos años.
Todo el proceso se puede alargar entre seis semanas y tres meses, pero ya te adelantamos que es sencillo.
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