En este artículo te lo explicamos de forma clara y sencilla: desde qué datos incluye el catastro hasta cómo puedes consultarlo online, qué trámites se pueden hacer y cómo influye en los impuestos que pagas.
El Catastro municipal es un registro administrativo gestionado por la Dirección General del Catastro (dependiente del Ministerio de Hacienda) que contiene información detallada sobre todos los bienes inmuebles del territorio español.
Su objetivo es reflejar la realidad física, económica y jurídica de cada propiedad. Es decir, no solo dice dónde está un inmueble, sino también cómo es, cuánto mide, para qué se usa, quién es su titular y qué valor tiene. Y todo esto, con una finalidad muy concreta: que la Administración pueda usar estos datos para la gestión de impuestos, planificación urbana o protección jurídica.
A diferencia del Registro de la Propiedad, la inscripción en el Catastro es obligatoria y gratuita.
Aunque a menudo se confunden, Catastro y Registro de la Propiedad no son lo mismo. El Registro de la Propiedad tiene una función legal: certifica la titularidad y los derechos sobre un inmueble. En cambio, el Catastro es un registro técnico y fiscal que recoge información descriptiva de cada propiedad.
Además:
Ambos sistemas deben estar coordinados, pero pueden contener información diferente. En caso de discrepancia, prevalece el Registro en cuestiones legales y el Catastro en cuestiones fiscales.
El Catastro cumple múltiples funciones, tanto para las administraciones públicas como para los ciudadanos. Vamos a ver las más importantes.
La principal utilidad del catastro es establecer el valor catastral de cada inmueble. Este valor sirve como base para calcular impuestos como:
Gracias a los datos catastrales, los ayuntamientos pueden planificar el desarrollo urbano, controlar el uso del suelo y detectar irregularidades urbanísticas.
Por ejemplo, si una propiedad ha realizado una ampliación no declarada, el catastro puede identificar esa modificación.
El Catastro aporta seguridad en las compraventas y herencias, al dejar constancia de la existencia, superficie y características reales del inmueble.
Además, facilita la resolución de conflictos entre vecinos (como los límites de una parcela) y proporciona transparencia al mercado inmobiliario.
El Catastro recopila una gran cantidad de información sobre cada inmueble. Estos son los principales datos que contiene:
Hoy en día, consultar los datos catastrales es muy fácil. Solo necesitas conexión a internet y saber alguno de los datos del inmueble.
Tanto los propietarios como los representantes legales pueden realizar varios trámites para actualizar o corregir la información.
El IBI se calcula aplicando un tipo impositivo municipal sobre el valor catastral. Por eso, a mayor valor, mayor importe del IBI.
Cada ayuntamiento establece sus propios tipos, dentro de unos límites marcados por ley.
Es habitual que el valor catastral sea entre un 50 % y 70 % del valor de mercado.
Sí. Si consideras que tu valor catastral no refleja la realidad, puedes presentar una reclamación o recurso ante la Dirección General del Catastro. Es común tras reformas o en zonas con actualizaciones antiguas.
¿Cómo saber si un inmueble está bien inscrito en el Catastro?
Puedes comprobarlo accediendo a la Sede Electrónica del Catastro y buscando el inmueble. Si los datos coinciden con la realidad (superficie, ubicación, titular, etc.), está correctamente inscrito.
¿Qué hago si detecto un error en la información catastral?
Debes presentar un escrito de alegación o corrección ante el Catastro. Puedes hacerlo presencialmente o a través de su sede electrónica, aportando documentación que acredite la modificación.
¿Cómo se calcula el valor catastral de una vivienda?
El valor catastral se calcula teniendo en cuenta la localización, el valor del suelo, el uso, la antigüedad, la calidad de la construcción y otros factores urbanísticos. Se actualiza periódicamente y está disponible en el recibo del IBI o en la sede del Catastro.
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