El libro del edificio cumple múltiples funciones que van más allá del simple cumplimiento normativo.
Para las comunidades de vecinos, este documento resulta especialmente valioso en procesos de rehabilitación o cuando es necesario contratar servicios de mantenimiento especializados, ya que proporciona datos técnicos precisos sobre las instalaciones y elementos del edificio.
La obligatoriedad del libro del edificio viene determinada por la Ley 38/1999 de Ordenación de la Edificación (LOE), que entró en vigor en mayo de 2000. Desde entonces, toda vivienda de nueva construcción debe contar con este documento.
Pero la normativa ha evolucionado. Desde 2022, con la implementación del Real Decreto 853/2021 y el impulso del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, también es obligatorio para edificios existentes que se rehabiliten. Esta medida busca promover la rehabilitación energética y garantizar que todos los inmuebles, independientemente de su antigüedad, cuenten con documentación actualizada.
La responsabilidad de elaborar y entregar este documento recae en diferentes figuras según el tipo de edificación:
El director de obra es quien habitualmente se encarga de su elaboración, firmándolo junto con toda la documentación de la ejecución del inmueble y los certificados de las empresas e instaladores que han intervenido durante el proceso de edificación.
El contenido del libro del edificio está estructurado para facilitar su consulta. La documentación incluida se divide en varios bloques:
Esta sección incluye toda la información jurídica y administrativa del inmueble:
Aquí se concentra toda la información sobre las características constructivas:
Esta parte resulta especialmente práctica para el día a día:
Es importante recordar que este documento debe actualizarse conforme se realicen nuevas mejoras, labores de mantenimiento o surjan incidencias, convirtiéndose en un archivo vivo del historial del edificio.
Muchos propietarios de viviendas unifamiliares desconocen que el libro del edificio también es obligatorio para este tipo de inmuebles, siempre que sean de nueva construcción o hayan sido objeto de una rehabilitación integral.
En estos casos, el proceso es similar al de edificios plurifamiliares:
Su utilidad para una vivienda unifamiliar es incuestionable: te proporciona toda la información necesaria para futuras reformas, certificaciones energéticas o procesos de venta. Además, facilita el mantenimiento preventivo del inmueble y te permite conocer en detalle las características de tu vivienda.
Debes solicitarlo al promotor o constructor que ejecutó la obra. Es su obligación entregártelo junto con las llaves de la vivienda. En caso de no haberlo recibido, puedes reclamarlo formalmente.
El presidente de la comunidad de propietarios debería tener un ejemplar completo del edificio. Si no dispone de él o se ha extraviado con el tiempo, puedes:
Cuando el libro del edificio original se ha perdido o está desactualizado, puede reconstruirse con ayuda de un técnico (arquitecto, arquitecto técnico o ingeniero). Este profesional recopilará la documentación disponible en organismos oficiales y elaborará un documento actualizado.
Si has realizado una rehabilitación integral, el técnico debe elaborar el libro del edificio actualizado y, según la normativa de cada comunidad autónoma, registrarlo digitalmente en el sistema habilitado para ello. Este trámite puede ser requisito para acceder a subvenciones de eficiencia energética.
¿Quién entrega el libro del edificio?
El libro del edificio lo entrega el promotor de la obra a los propietarios o a la comunidad de propietarios una vez finalizada la construcción. En reformas y rehabilitaciones, es el técnico director de la obra quien se encarga de elaborarlo y entregarlo. El director de obra firma el documento junto con toda la documentación técnica generada durante el proceso de edificación.
¿Cuándo es obligatorio el libro del edificio?
Es obligatorio desde mayo de 2000 para todas las obras de nueva construcción, según establece la Ley de Ordenación de la Edificación. Desde 2022, también resulta necesario para edificios existentes que se sometan a rehabilitaciones integrales, especialmente aquellas que buscan mejorar la eficiencia energética del inmueble.
¿Qué pasa si no tengo el libro del edificio?
Si no dispones del libro del edificio, puedes encontrarte con varios inconvenientes: dificultades para realizar reformas (ya que los técnicos necesitan conocer las características constructivas), problemas en procesos de compraventa (los compradores pueden solicitar verlo) y complicaciones para acceder a subvenciones de rehabilitación.
¿Es necesario el libro del edificio para una vivienda unifamiliar?
Sí, el libro del edificio también es obligatorio para viviendas unifamiliares de nueva construcción o que hayan sido rehabilitadas integralmente. Aunque muchos propietarios lo desconocen, este documento resulta igual de importante en una casa unifamiliar que en un edificio plurifamiliar.
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