Imagina que vas a firmar un contrato muy importante, pero antes alguien se toma el tiempo de explicarte detalladamente cada punto. Eso es exactamente lo que hace el acta de transparencia.
Se trata de un documento firmado por un notario que certifica que has comprendido toda la letra pequeña de tu hipoteca. Esta figura surgió en 2019 con la Ley de contratos de crédito inmobiliario, debido a los problemas derivados de personas que firmaban hipotecas sin entender realmente lo que estaban aceptando.
La diferencia clave entre el acta de transparencia y otros documentos que te entrega el banco es que, mientras unos solo proporcionan información, este confirma que la has entendido. Es como la diferencia entre recibir un manual de instrucciones y que alguien se asegure de que sabes cómo utilizar el dispositivo correctamente.
Antes de la aprobación de esta ley, muchas personas sufrían sorpresas desagradables al firmar hipotecas. Creían que pagarían una determinada cantidad, pero luego descubrían comisiones ocultas, cláusulas confusas o condiciones que no habían comprendido adecuadamente.
Ahora es obligatoria porque:
Aquí viene lo importante: tienes que ir al notario mínimo 10 días antes de firmar tu hipoteca. Y no son días laborables, sino días naturales (incluyen fines de semana).
¿Qué ocurre si no respetas este plazo? Simplemente, no podrás formalizar la firma de la hipoteca. Esto podria suponer un problema, especialmente si ya has abonado una señal por la vivienda o si cuentas con una fecha límite para la firma.
Para la visita al notario 10 días antes de la firma, necesitas llevar estos papeles:
La FEIN es como la etiqueta nutricional de un yogur, pero para hipotecas. Te dice todo lo importante: interés, comisiones, cuánto pagarás en total, etc. Es información pura y dura.
El acta de transparencia es la confirmación de que has leído esa "etiqueta" y la has entendido.
Por ejemplo: la FEIN dice que tu hipoteca tiene un interés del 3,5%, y el acta confirma que tú sabes lo que significa ese 3,5% para tu bolsillo cada mes.
Los plazos en este proceso no admiten margen de error.
Cuando vayas al notario, te va a hacer preguntas del acta de transparencia hipoteca como estas:
¿Sabes qué interés vas a pagar? No vale con decir "sí". Tienes que demostrar que entiendes si es fijo o variable y cómo puede cambiar.
¿Conoces todas las comisiones? Apertura, estudio, si quieres devolver dinero antes de tiempo... todo tiene que estar claro.
¿Puedes adelantar pagos? Muchas hipotecas te dejan, pero algunas tienen limitaciones o te cobran por hacerlo.
¿Qué pasa si un mes no puedes pagar? Intereses de demora, procesos legales... mejor saberlo antes que después.
¿Hay algún límite en tu interés variable? Algunas hipotecas tienen un suelo (no bajan de cierto %), y tienes que saberlo.
Si no haces este trámite, las consecuencias son claras:
Nuestra recomendación es que lo tomes en serio, leas toda la información con detenimiento y consultes cualquier duda con el notario. Por pequeña que te parezca la pregunta, es preferible ser meticuloso que firmar sin comprender completamente lo que estás aceptando.
¿Cuánto vale el acta de transparencia?
El acta de transparencia no tiene coste para el comprador. De acuerdo con la normativa vigente en España, los gastos notariales asociados a este documento son asumidos por la entidad financiera, por lo que el cliente no debe afrontar ningún pago por su firma.
¿Cuándo se firma un acta de transparencia?
La visita al notario debe realizarse siempre con un mínimo de 10 días de antelación a la firma de la hipoteca. No existen excepciones ni justificantes por urgencia; la ley es clara y debe cumplirse estrictamente.
¿Cuándo empiezan a contar los 10 días de hipoteca?
Desde el día que firmas el acta con el notario. Y ojo, que son días naturales, no laborables. O sea, que si firmas el acta un lunes, no podrás firmar la hipoteca hasta el jueves de la semana siguiente como mínimo.
O cuéntanos lo que necesitas y nos pondremos en contacto contigo lo antes posible