Esta clase de suelos es una de las apuestas más comunes en los hogares, especialmente en el sur de España donde gracias a este material consiguen combatir el calor del verano. No en vano, el mármol se distingue por su frescor. Un detalle muy valorado en estas regiones que sufren el rigor de la canícula estival.
Asimismo, presenta gran durabilidad y no requiere de excesivos cuidados. Dentro de esta opción podemos hablar de multitud de clases de mármol de gran tradición en el interior de las viviendas como crema marfil, granito, travertino…
Esta tendencia es prácticamente una recién llegada en nuestros hogares y parece que perdurará. Dota a la vivienda de un atractivo aspecto industrial y también resulta muy versátil ya que se adecúa a cualquier estilo decorativo. En concreto, se trata de una base de cemento a la que posteriormente se le agregan polímeros, áridos ultrafinos, aditivos y pigmentos naturales de colores que nos permiten obtener el acabado que deseemos.
Su mantenimiento no tiene misterios siempre que el proceso de sellado e impermeabilización se haya realizado correctamente. Por lo tanto, con jabón neutro y agua podremos mantenerlo en un óptimo estado. Su carácter antideslizante lo ha convertido en la opción más indicada para estancias húmedas como el baño.
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